
Excelente artículo de Pedro L. Angosto, hoy en el diario Información.
Este es el nombre que recibe el lugar a donde los últimos republicamos españoles fueron conducidos desde el puerto de Alicante por las tropas franquistas antes de distribuirlos por los campos de concetración. Queremos hacer aquí un homenaje a todos ellos con citas literarias y artísticas que esperamos recibir de vosotros.


El 25 de mayo de 1938 se produjo el bombardeo del mercado central con más de trescientas víctimas civiles muertas, con el sólo objetivo de amedrentar a la población. Se suele decir que Gernika fue el ensayo de los bombardeos de la segunda guerra mundial, pero se olvida recordar los otros que se produjeron durante la guerra civil en España: Madrid, Barcelona, Cartagena, ... y Alicante, donde el núero de muertos superó a cualquiera de los otros.
















(Gervasio Umpiérez. www.rebelion.org)
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Ayer se organizó una concentración reivindicativa para conseguir colocar un memorial en el Campo de los Almendros, negado por la mayoría del PP del ayuntamiento.

ido pesado de aviones acercándose y alejándose, para volver a acercarse. No hubo más que tres explosiones sordas, la última de las cuales sacudió la casita. A la mañana siguiente supimos que una de las bombas arrojadas por los Capronis -había visto uno de ellos brillar como una gigante mariposa de plata en la luz de la luna- había caído en Alicante en un cruce de calles, derrumbando una docena de casas de adobe, y matando a unos cuantos trabajadores pobres que vivían en ellas. La segunda bomba había caído en n campo desierto. La tercera había caído en la huerta de un viejo. Había destruido sus plantas de tomate y no había matado más que a una rana que quedó despatarrada en el brode del cráter."
Los miembros de la Comisión Cívica por la Memoria Histórica pidieron ayer apoyo a la portavoz municipal socialista, Etelvina Andreu, ya que, según le explicaron, el Gobierno les otorgó una subvención para conservar el histórico Campo de los Almendros e instalar una placa recordatoria. Ahora esa cantidad peligra porque el alcalde, Luis Díaz Alperi, ni siquiera ha respondido a su petición de permiso para desarrollar el proyecto. El problema, señaló la concejala del PSOE, es que si en el primer trimestre de 2008 no se ejecutan las obras tendrán que devolver la ayuda concedida.

n la topografía de una experiencia histórica, son la memoria viva de una identidad colectiva. (...) en el caso español estos lugares han sido y siguen siendo ignorados, marginados, no inscritos en el gran discurso de la Historia. No son lugares de celebración ni de institucionalización o monumentalización de la memoria. Por el contrario, muchos de los lugares de memoria de la España vencida han sido borrados, demolidos o transformados con el fin de servir mejor la voluntad hegemónica de la transición de reorganizar la memoria pública de la guerra y la represión franquista. Así, por citar algunos ejemplos, podríamos mencionar el caso del campo de concentración de Los Almendros, transformado hoy en un gran centro comercial, el del campo de concentración de San Marcos, de León, convertido en Parador Nacional, o la cárcel de Ventas ocupada por un bloque de lujosos apartamentos".
veces muy seguidos, a veces espaciados por horas largas como eternidades, y él miraba al mar, agua inmóvil, vacía, desierta de los barcos que nunca llegarían, la salvación que ya no se atrevían a esperar quienes no tendrían siquiera la oportunidad de probar la amargura del exilio. Ellos eran los últimos leales, los traicionados por todos, la carne de paredón, el codiciado botín de guerra de los vencedores".




"La Segona República va naufragar al port d'Alacant. L'intens dramatisme dels últims dies del març del 39 ha generat una àmplia bibliografia històrica i literària. Ben sovint, les dades referides particularment al nombre de persones que s'hi van refugiar a l'espera dels vaixells que havien de portar-les a l'exili són molt diverses, i algunes pareixen desproporcionades. Però, en tot cas, n'eren milers i milers. Els últims vaixells que van eixir amb aquells passatgers angoixats a bord van ser l'Stambrook, tot ja un simbol i una referència, i el Marítima, tot just una trentena d'autoritats i dirigents polítics. Després, la divisió mercenaria Littorio, sota el comandament del general Gaston Gambara, va ocupar la ciutat i va segellar el port. Es van iniciar les negociacions sobre la rendició. Tota resistència hauria sigut un suïcidi. Tots els que es van entregar van ser traslladats al camp dels ametlers, Campo de almendros, en l'espléndida obra de Max Aub, als castells de Santa Bàrbara i Sant Ferran, a la plaça de bous, i, les dones i els xiquets, a diverses sales de cine. Mentrestant, les tropes "nacionals" van rellevar els mercenaris italians. El promer d'abril, segond el lacònic comunicat de guerra del general Franco, "la querra havia acabat". De tants episodis, luctuosos i tràgics, no en queda ni rastre. I en son molts i intensos, els espais, els llocs de la memòria.