jueves, 31 de mayo de 2007

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martes, 29 de mayo de 2007

Si quieres oir la música del mar de almendros...


Este enlace te permite descargar la música que compuso Bernabé Sanchís Cuartero "Mar de almendros". No es pirata, es de la diputación de Valencia.

El Campo de los Almendros en una obra de teatro


La obra de Juan Luis Mira se representó en el teatro. Lo puedes ver aquí.
Y aquí hay otro enlace.
Si quieres leer la obra, está en esta otra dirección.

lunes, 28 de mayo de 2007

Alicante vivo


En este blog, que hemos colocado en nuestros enlaces amigos, aparecen algunas reseñas que tienen que ver con el Campo de los Almendros. Son:
- Sobre el paso por el campo y el destino final en otros lugares: La Goteta y algo más.
-Sobre los últimos momentos en el puerto de Alicante, el Stambruck y los últimos barcos: Agonía y muerte de la II República en el puerto de Alicante.
- Sobre Julián Antonio Ramírez y Adelita del Campo (de los Almendros).

viernes, 25 de mayo de 2007

Rosa Cremón cuenta su parto en el Campo de los Almendros


"No les llevaban a ningún sitio, en un llano, en la ladera norte de la Serra Grossa, les dejaron. Eran unos bancales grandes de tierra blanca, sembrada de almendros, cerca de un lugar conocido como la Goteta. El paso hacia el mar, al Sur, estaba cerrado por la montaña; por el Norte, un cordón de soldados les apuntaba. En el horizonte, se distinguían algunas casas diseminadas.
Entre el cielo y la tierra sólo estaban ellos, sólo estaba Rosa, y su bebé metido dentro de ella.
- ¡Ay madrecita, qué dolor! ¡Ay madrecita, qué dolor!
Eran las siete de la tarde y sintió que se rompía en mil pedazos. Quería estar sola, no crearle problemas a nadie. Tenía que esconderse, que no la vieran, que no le quitaran el bebé.
Estaban convertidos en multitud aterrorizada. Extendió su abrigo junto a un arbusto, se quitó la ropa. ¿Acaso alguien podía ayudarla?
- ¡Esta mujer va a dar a luz!
(...)
Notó que se desgarraba y que sus entrañas calientes salían por su vagina. se olvidó que hacía frío; todo lo que sentía estaba concentrado entre sus caderas, su vagina y su corazón acelerado.
"Mi hija debió de darse cuenta de que estábamos en peligro, al tercer dolor fuerte, apreté y salió".
(...)
Estaban rodeadoas de soldados armados. Los tres días que estuvieron en el Campo de los Almendros no cesaron de ori disparos. (...)
De la Goteta se llevaron a las mujeres al cine Ideal, muy cerca del mercado central. La peor película del mundo, la más triste historia tenía lugar en el patio de butacas."

(Llum Quiñonero: Nosotras que perdimos la paz. Ed. Foca, Barcelona, 2003. Pp. 179 y 180))

jueves, 24 de mayo de 2007

Memorias de Julián Aparicio, militar derrotado, recordando su estancia en el puerto de Alicante al final de la guerra


"Nunca habrá tenido el puerto de Alicante tanto personal cubriendo todos sus espacios, pues me quedo corto si digo que sobrepasábamos los cincuenta mil, ansiosos de ver aparecer los barcos fantasmagóricos. Los que sí llegaron fueron los componentes de las Brigadas italianas que, según Franco, nos liberaron.
En las horas tétricas que pasamos en el puerto custoriados por esas legiones de italianos tuvimos que comer lentejas cocidas con el agua del mar, sucia y llena de grasa. Hubo suicidios individuales y colectivos, de familias enteras, bien por decisión propia o porque los padres mataban a sus hijos y después se liquidaban ellos. (...)
Salimos del puerto de dos en dos con los brazos en alto sosteniendo nuestras escasas pertenencias, maletas y maletines, por encima de las cabezas. Estábamos destrozados por el hambre, la sed y los sufrimientos a que estuvimos sometidos dentro del puerto (...)
No sé cuánto duró el maratón. pero lo cierto es que llegamos de noche al campo, sin fuerzas para sostemernos de pie. (...) Estábamos a merced del vencedor y éste no concedía gracia alguna. (...)
Con el hambre que pasamos en el puerto, aquí esperábamos la comida como un maná, pero la desilusión llegó con la primera ración. (...) Estábamos a primero de abril y empezamos con las almendras de leche. Seguimos con las hojas y dejamos los árboles como si ya hubiera pasado el otoño"

Del libro recopilatorio Hoy por hoy: los años difíciles. Ed. de Carlos Elordi en Ed. Aguilar)

lunes, 21 de mayo de 2007

Mar de almendros


La música que acompaña a los habitantes del provisional campo de concentración habilitado en la Goteta la queremos reseñar aquí. Cuando podamos, la pondremos a vuestra disposición.

Busca en Wikipedia

Este enlace te llevará a Wikipedia y el Campo de los Almendros.

Un blog muy interesante

Pincha aquí y encontrarás informaciones y comentarios muy buenos.

En vísperas de la marcha cívica desde el puerto de Alicante al Campo de los Almendros

María Teresa Molares escribió este artículo en el diario Información de Alicante.

De la obra de Max Aub

"En el puerto:
- Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mosdiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides".
(Max Aub: El Campo de los Almendros)

Testimonio de Florián García

Este antifranquista estuvo detenido en el Campo de los Almendros y el nos lo narra aquí.

domingo, 20 de mayo de 2007

De campo de concentración a centro comercial

Esther López Barceló nos cuenta aquí más cosas sobre el Campo de los Almendros.

sábado, 19 de mayo de 2007

Emilio Soler escribió...

Desde aquí puedes acceder al artículo que Emilio Soler escribió en el diario Información de Alicante acerca de lo que narró Eduardo de Guzmán.

jueves, 17 de mayo de 2007

Max Aub describe la marcha de los prisioneros republicanos desde el puerto de Alicante al Campo de los Almendros


"Nos entregamos al caer la tarde del 31 de marzo. El día anterior había llovido, pero ahora estaba enteramente despejado. (...) En la entrada, los italianos nos aguardaban; nos dieron un chusco y una lata de carne a cada uno. Ración de ese tipo no la vimos más.

La primera noche en el Campo de los almendros, sin alambradas ni vallas, improvisado, con ametralladoras apuntándonos y vivacs de soldados franquistas. Los que han ido con sus mujeres, se extienden, con ellas, encima o bajo una manta, sobre la tierra, ya seca y tibia de primavera".

(Max Aub: Campo de los almendros)


El final trágico de la guerra civil en Alicante


¿Por qué me he de marchar? ¿Por qué me he de ir? ¿Por qué me he...? El puerto está desierto, el puerto no es de nadie, el puerto ya no es de nadie, el puerto... ¿A usted qué le va ni le viene? Ya no hay ninguno. ¿Entonces, por qué he de marcharme? Usted no lo sabe. Usted... no. El puerto está vacío, sólo quedan papeles sucios, sacos, hierros retorcidos, sacos abiertos, lentejas, garbanzos. Pero todo esto queda atrás. No me importa. No cuenta, no vale. Yo estoy aquí. Ya era hora: meses y meses que no me dejaban pescar. Debe de haber muchos peces. Es necesario que los haya. En la bocana, más. Más. Usted no tiene ningún derecho a echarme. El puerto ya no es de nadie, está vacío; sólo hay papeles grasientos, papeles arrugados, cajas, residuos, latas abiertas, papeles mojados. El puerto está vacío, abierto, naufragado. ¿Eh? No. Yo he esperado meses este momento. El agua está sucia: de acuerdo. El agua no sirve para nada, para los peces. Los peces: el pescado.Antes eran pococ. Ahora deben de ser muchos. Antes eran peces, ahora es pescado. No tengo más que esta caña, pero es mía. Años esperando sentarme otra vez aquí. Ya no hay nadie. ¿Por qué no voy a poder sentarme aquí? ¿No lo ve? ¿No lo comprende? No hay nadie. ¿Me lo va a impedir usted? Ni siquiera es carabinero. No empuje. No protesto. Pero nunca había visto el puerto tan vacío. Está muerto. Pero el mar está vivo. No lo parece pero por debajo está vivo. Esto es vida. Ahora se puede pescar a gusto. Nadie. ¿Que van a llegar más barcos? No lo dudo. Pero primero habrá que quitar los hundidos. ¡Cómo deben picar cerca de esa chimenea! ¿Qué le cuesta dejarme? Ya no hay nadie en el puerto. Eso no se había visto nunca, los peces tampoco. Llevo una caña de nada, un anzuelo. Ni siquiera llevo carnada. ¿Para qué? Picarán directamente el anzuelo. No saben lo que es. Tantos años sin pescar. ¿Tampoco me deja? El sol está secando los papeles. El mar lo limpia todo. ¿Mis papeles? No tengo. El suelo, el puerto, el mar están llenos de papeles. ¿Para qué los quiero? Peces sí. Los papeles no dan de comer, el pescado sí. ¿Carnada? ¿Para qué quieren carnada? ¿Para qué quieren más? Es raro, ¿eh? Ver el puerto de Alicante desierto, solo, solo yo con mi caña y mi cubo. Y usted. No hay nadie. Se fueron todos.
(Max Aub, Campo de los Almendros)